miércoles, 30 de enero de 2013

Los siete saberes Capitulo 6 (Graciela Cedillo H)

ENSEÑAR LA COMPRENSIÓN
La situación sobre nuestra Tierra es paradójica. Las interdependencias se han multiplicado. La conciencia de ser solidarios con su vida y con su muerte liga desde ahora a los humanos. La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, faxes, teléfonos celulares, módems, Internet. Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general. Sin duda, hay grandes y múltiples progresos de la comprensión, pero los progresos de la incomprensión parecen aún más grandes.
El problema de la comprensión se ha vuelto crucial para los humanos. Y por esta razón debe ser una de las finalidades de la educación para el futuro.
Recordemos que ninguna técnica de comunicación, del teléfono a Internet, aporta por sí misma la comprensión. La comprensión no puede digitarse. Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.
El problema de la comprensión está doblemente polarizado:
Un polo, ahora planetario, es el de la comprensión entre humanos: los encuentros y relaciones se multiplican entre personas, culturas, pueblos que representan culturas diferentes.
Un polo individual, es el de las relaciones particulares entre familiares. Estas están cada vez más amenazadas por la incomprensión. El axioma « entre más allegados, más comprensión » sólo es una verdad relativa y se le puede oponer al axioma contrario « entre más allegados menos comprensión » puesto que la proximidad puede alimentar malos entendidos, celos, agresividades, incluso en los medios intelectuales aparentemente más evolucionados.
La comunicación no conlleva comprensión.
La información, si es bien transmitida y comprendida, conlleva inteligibilidad, primera condición necesaria para la comprensión, pero no suficiente.

PORTAFOLIO DE DAIRA CASTILLO


PORTAFOLIO


DE 


SOCIOLOGÍA


NOMBRE:DAIRA CASTILLO



DOCENTE: ING WILMER ILLESCAS


ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA


 3. Enseñar la condición humana

La educación del futuro debe acompañar a conocer la identidad individual del ser humano y al 

mismo tiempo la pertenencia al colectivo humano. Es decir, debemos mirar al alumno/a por lo 

que trae física, biológica, psíquica, cultural, social e históricamente y que por tanto, lo hace 

único pero a la vez acompañarlo humildemente al reconocimiento de la identidad común a 

todos los demás seres humanos.se trata de entender que para conocer es indispensable 

conocerse primero así mismo la educación del futuro  debe organizar todos los conceptos 

fragmentados  acerca de la condición del ser humano, y mas que eso debe formar una sola 

idea acerca de ello, para poder llegar a diferenciar la identidad compleja, e identidad común 

   Este capítulo habla, entre otras cosas, de cómo a partir de las disciplinar actuales es 

posible reconocer la unidad y complejidad humana, reuniendo y organizando 

conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, en las ciencias humanas, la 

literatura y la filosofía y mostrar la unión indisoluble entre la unidad y diversidad de todo lo 

que es humano.

 POR ESO EL CONOCIMIENTO DEL SER HUMANO 
DEBE SER CONTEXTUALIZADO : AL PREGUNTAR QUIENES SOMOS  DEBEMOS PREGUNTAR  HACIA DONDE VAMOS. 

martes, 29 de enero de 2013


CAPÍTULO I
LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO:

EL ERROR Y LA ILUSIÓN

Todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. La educación del futuro debe afrontar el problema desde estos dos aspectos: error e ilusión. El mayor error sería subestimar el problema del error; la mayor ilusión sería subestimar el problema de la ilusión. El reconocimiento del error y de la ilusión es tan difícil que el error y la ilusión no se reconocen en absoluto.

1. El talón de Aquiles del conocimiento

La educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté, en algún grado, amenazado por el error y por la ilusión. La teoría de la información muestra que hay un riesgo de error bajo el efecto de perturbaciones aleatorias o ruidos (noise), en cualquier transmisión de información, en cualquier comunicación de mensajes.
Un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior. Todas las percepciones son a la vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de estímulos o signos captados y codificados por los sentidos; de ahí, es bien sabido, los innumerables errores de percepción que sin embargo nos llegan de nuestro sentido más fiable, el de la visión. Al error de percepción se agrega el error intelectual. El conocimiento en forma de palabra, de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el pensamiento y por ende conoce el riesgo de error. Este conocimiento en tanto que traducción y reconstrucción implica la interpretación, lo que introduce el riesgo de error al interior de la subjetividad del que ejercita el conocimiento, de su visión del mundo, de sus principios de conocimiento. De ahí provienen los innumerables errores de concepción y de ideas que sobrevienen a pesar de nuestros controles racionales. La proyección de nuestros deseos o de nuestros miedos, las perturbaciones mentales que aportan nuestras emociones multiplican los riesgos de error.
1.1    Los errores mentales
Ningún dispositivo cerebral permite distinguir la alucinación de la percepción, el sueño de la vigilia, lo imaginario de lo real, lo subjetivo de lo objetivo.
La importancia del fantasma y del imaginario en el ser humano es inimaginable; dado que las vías de entrada y de salida del sistema neuro-cerebral que conectan el organismo con el mundo exterior representan sólo el 2% de todo el conjunto, mientras que el 98% implica al funcionamiento interior, se ha constituido en un mundo psíquico relativamente independiente donde se fermentan necesidades, sueños, deseos, ideas, imágenes, fantasmas, y este mundo se infiltra en nuestra visión o concepción del mundo exterior.
También existe en cada mente una posibilidad de mentira a sí mismo (self-deception) que es fuente permanente de error y de ilusión. El egocentrismo, la necesidad de autojustificación, la tendencia a proyectar sobre el otro la causa del mal hacen que cada uno se mienta a sí mismo sin detectar esa mentira de la cual, no obstante, es el autor.
1.2    Los errores intelectuales
Nuestros sistemas de ideas (teorías, doctrinas, ideologías) no sólo están sujetos al error sino que también protegen los errores e ilusiones que están inscriptos en ellos. Forma parte de la lógica organizadora de cualquier sistema de ideas el hecho de resistir a la información que no conviene o que no se puede integrar. Las teorías resisten a la agresión de las teorías enemigas o de los argumentos adversos. Aunque las teorías científicas sean las únicas en aceptar la posibilidad de ser refutadas, tienden a manifestar esta resistencia.

1.3    Los errores de la razón
Lo que permite la distinción entre vigilia y sueño, imaginario y real, subjetivo y objetivo, es la actividad racional de la mente que apela al control del entorno (resistencia física del medio al deseo y al imaginario), al control de la práctica (actividad verificadora), al control de la cultura (referencia al saber común), al control del prójimo (¿es que usted ve lo mismo que yo?), al control cerebral (memoria, operaciones lógicas). Dicho de otra manera, es la racionalidad la que corrige.
La verdadera racionalidad, abierta por naturaleza, dialoga con una realidad que se le resiste. Ella opera un ir y venir incesante entre la instancia lógica y la instancia empírica; es el fruto del debate argumentado de las ideas y no la propiedad de un sistema de ideas. Un racionalismo que ignora los seres, la subjetividad, la afectividad y la vida es irracional. La racionalidad debe reconocer el lado del afecto, del amor, del arrepentimiento. La verdadera racionalidad conoce los límites de la lógica, del determinismo, del mecanismo; sabe que la mente humana no podría ser omnisciente, que la realidad comporta misterio; ella negocia con lo irracionalizado, lo oscuro, lo irracionalizable; no sólo es crítica sino autocrítica. Se reconoce la verdadera racionalidad por la capacidad de reconocer sus insuficiencias.

1.4    Las cegueras paradigmáticas
El juego de la verdad y del error no sólo se juega en la verificación empírica y la coherencia lógica de las teorías; también se juega a fondo en la zona invisible de los paradigmas. Esto lo debe tener bien en cuenta la educación.
¨        La promoción / selección de los conceptos maestros de la inteligibilidad. Así, el Orden en las concepciones deterministas, la Materia en las concepciones materialistas, el Espíritu en las concepciones espiritualistas, la Estructura en las concepciones estructuralistas son los conceptos maestros seleccionados / seleccionantes que excluyen o subordinan los conceptos que les son antinómicos (el desorden, el espíritu, la materia, el acontecimiento). De este modo, el nivel paradigmático es el del principio de selección de las ideas que están integradas en el discurso o en la teoría o que son apartadas y rechazadas.

La determinación de las operaciones lógicas maestras. El paradigma está oculto bajo la lógica y selecciona las operaciones lógicas que se vuelven a la vez preponderantes, pertinentes y evidentes bajo su imperio (exclusión-inclusión, disyunción-conjunción, implicación-negación). Es el paradigma quien otorga el privilegio a ciertas operaciones lógicas a expensas de otras como la disyunción, en detrimento de la conjunción; es él quien da validez y universalidad a la lógica que ha elegido. Por eso mismo, da a los discursos y a las teorías que controla las características de necesidad y verdad.

El imprinting y la normalización

Al determinismo de los paradigmas y modelos explicativos se asocia el determinismo de las convicciones y creencias que, cuando reinan en una sociedad, imponen a todos y a cada uno la fuerza imperativa de lo sagrado, la fuerza normalizadora del dogma, la fuerza prohibitiva del tabú. Las doctrinas e ideologías dominantes disponen igualmente de la fuerza imperativa que anuncia la evidencia a los convencidos y la fuerza coercitiva que suscita el miedo inhibidor en los otros.
El poder imperativo y prohibitivo de los paradigmas, creencias oficiales, doctrinas reinantes, verdades establecidas, determina los estereotipos cognitivos, ideas recibidas sin examen, creencias estúpidas no discutidas, absurdos triunfantes, rechazos de evidencias en nombre de la evidencia y hace reinar bajo los cielos, conformismos cognitivos e intelectuales. Todas las determinaciones sociales-económicas-políticas (poder, jerarquía, división de clases, especialización y en nuestros tiempos modernos, tecno-burocratización del trabajo) y, todas las determinaciones culturales convergen y se sinergisan, para encarcelar al conocimiento en un multi-determinismo de imperativos, normas, prohibiciones, rigideces y bloqueos.

La noología: posesión

Marx decía justamente: «los productos del cerebro humano tienen el aspecto de seres independientes dotados con cuerpos particulares en comunicación con los humanos y entre ellos».
Es más, las creencias y las ideas no sólo son productos de la mente, también son seres mentales que tienen vida y poder. De esta manera, ellas pueden poseernos.
Debemos ser bien conscientes que desde el comienzo de la humanidad nació la noósfera -esfera de las cosas del espíritu- con el despliegue de los mitos, de los dioses; la formidable sublevación de estos seres espirituales impulsó y arrastró al homo sapiens hacia delirios, masacres, crueldades, adoraciones, éxtasis, sublimidades desconocidas en el mundo animal. Desde entonces, vivimos en medio de una selva de mitos que enriquecen las culturas.
Procedente por completo de nuestras almas y de nuestras mentes, la noósfera está en nosotros y nosotros estamos en la noósfera. Los mitos han tomado forma, consistencia, realidad a partir de fantasmas formados por nuestros sueños y nuestras imaginaciones. Las ideas han tomado forma, consistencia, realidad a partir de los símbolos y de los pensamientos de nuestras inteligencias. Mitos e Ideas han vuelto a nosotros, nos han invadido, nos han dado emoción, amor, odio, éxtasis, furor. Los humanos poseídos son capaces de morir o de matar por un dios, por una idea. Todavía al comienzo del tercer milenio, como los daimons de los Griegos y a veces como los demonios del Evangelio, nuestros demonios «de ideas» nos arrastran, sumergen nuestra conciencia, nos hacen inconscientes dándonos la ilusión de ser hiper conscientes.


 Lo inesperado...

Lo inesperado nos sorprende porque nos hemos instalado con gran seguridad en nuestras teorías, en nuestras ideas y, éstas no tienen ninguna estructura para acoger lo nuevo. Lo nuevo brota sin cesar; nunca podemos predecir cómo se presentará, pero debemos contar con su llegada, es decir contar con lo inesperado (cf. Capítulo V: Enfrentar las incertidumbres). Y una vez que sobrevenga lo inesperado, habrá que ser capaz de revisar nuestras teorías e ideas en vez de dejar entrar por la fuerza el hecho nuevo en la teoría, la cual es incapaz de acogerlo verdaderamente.

La incertidumbre del conocimiento

¡Cuántas fuentes, causas de error y de ilusión múltiples y renovadas sin cesar en todos los conocimientos!
 Por eso la necesidad para cualquier educación de despejar los grandes interrogantes sobre nuestra posibilidad de conocer. Practicar estas interrogaciones se constituye en oxígeno para cualquier empresa de conocimiento. Así como el oxígeno destruía los seres vivos primitivos hasta que la vida utilizó este corruptor como desintoxicante, igual  la incertidumbre que destruye el conocimiento simplista, es el desintoxicante del conocimiento complejo. De todas formas, el conocimiento queda como una aventura para la cual la educación debe proveer los viáticos indispensables.
El conocimiento del conocimiento que conlleva la integración del cognocente en su conocimiento debe aparecer ante le educación como un principio y una necesidad permanente. Debemos comprender que hay condiciones bio-antropológicas (las aptitudes del cerebro <-> mente humano), condiciones socio-culturales (la cultura abierta que permite los diálogos e intercambios de ideas) y condiciones noológicas (las teorías abiertas) que permiten «verdaderos» interrogantes, esto es, interrogantes fundamentales sobre el mundo, sobre el hombre y sobre el conocimiento mismo.

Necesitamos civilizar nuestras teorías, o sea una nueva generación de teorías abiertas, racionales, críticas, reflexivas, autocríticas, aptas para auto-reformarnos.
Necesitamos encontrar los meta-puntos de vista sobre la noósfera, lo cual no puede suceder más que con la ayuda de ideas complejas, en cooperación con nuestras mismas mentes buscando los meta-puntos de vista para auto-observarnos y concebirnos.
Necesitamos que se cristalice y se radique un paradigma que permita el conocimiento complejo. 

LAS SOCIEDADES DEL MUNDO MODERNO ( LISSETTE DEMERA)


LAS SOCIEDADES DEL MUNDO MODERNO 
 
 



Estas sociedades tienen su origen en la Inglaterra del siglo XVIII como consecuencia de la revolución industrial. En estas sociedades la mayoría de la población trabaja en fábricas y oficinas.
La fuerza económica, la cohesión política y el poder militar propiciaron la expansión de los modos de vida occidentales por todo el mundo a lo largo de los últimos siglos.
Esta expansión dio lugar al fenómeno del colonialismo, que ha dado lugar a tres tipos de sociedades perfectamente diferenciadas y que podemos denominar sociedades del tercer mundo, del segundo y del primer mundo.

Sociedades del primer mundo
 El término primer mundo hace referencia a aquellos países que han logrado un alto grado de industrialización, y que disfrutan de los más altos estándares de vida, posible gracias a la riqueza y la tecnología.
Son sociedades basadas en la producción industrial. En ellas juega un importante papel la libre empresa. La mayoría de la población vive en pueblos y ciudades y sólo una minoría se dedica a la agricultura. Existen grandes desigualdades de clase. Estas sociedades constituyen comunidades políticas o estados nacionales independientes. Los países industrializados del primer mundo incluyen las naciones de “occidente”, además de Japón, Australia y Nueva Zelanda.
Sociedades del segundo mundo 
Tras la revolución rusa de 1917 surgieron un tipo de sociedades que hoy día prácticamente han desaparecido, si bien aún queda China y algún otro país más o menos aislado como Cuba o Corea del Norte y que responden a una forma de organización que podemos llamar del segundo mundo.
El segundo mundo puede ser resumido como el grupo de países que adhirieron a la llamada socialista, formando una oposición en el plano ideológico al primer mundo.
Estos estados se diferenciaban del primer mundo por su rechazo a la cultura liberal y al capitalismo abierto y también se diferenciaban del tercer mundo por su nivel educacional, el tamaño del Estado y el mayor poder relativo.
Formaban el bloque lo que se suele denominar economías nacionales de capitalismo de estado de tipo monopolista, es decir, que tendían a concentrar la totalidad de los recursos económicos en la forma de propiedad pública, lo que permitía una economía de planificación centralizada. Hoy día, este tipo de sociedades prácticamente han desaparecido, aún queda China y algún otro país más o menos aislado como Cuba o Corea del Norte que responden a una forma de organización que podemos llamar del segundo mundo. 
Son sociedades urbanas con marcadas diferencias de clase, a pesar del teórico objetivo de establecer una sociedad sin clases. 
Sociedades del tercer mundo
El término tercer mundo fue acuñado por el economista francés Alfred Sauvy en 1952, haciendo un paralelismo con el término francés tercer estado, para designar a los países que no pertenecían a ninguno de los dos bloques que estaban enfrentados en la Guerra Fría.

Estas sociedades están localizadas mayoritariamente en las áreas del planeta colonizadas por las potencias occidentales a lo largo de los tres últimos siglos. En ellas, la mayoría de la población trabaja en la agricultura y vive en áreas rurales y emplean básicamente métodos de producción tradicionales. Una parte de su producción agrícola se vende en los mercados mundiales. En estas sociedades se da la libre empresa, pero también hay muchas de ellas que se rigen por una planificación centralizada. Todas ellas constituyen hoy día estados nacionales independientes.
















lunes, 28 de enero de 2013

GABRIELA GALLARDO

PRINCIPALES CORRIENTES ENFOQUES DEL PARADIGMA DEL  PENSAMIENTO SOCIAL.


 


























[1] http://prezi.com/pj8c22ubqvvg/corrientes-enfoques-y-paradigmas-del-pensamiento-social-positivismo-sociocritico-fenomenologia/